Distancia: 72.6 km
Altitud máxima: 960 msnm
Desnivel +: 1077m
https://www.strava.com/activities/2006517261
Ruta por la cara más desconocida y menos transitada de la zona con mayor altitud de la sierra de Carrascoy.
Comenzamos circulando por la interminable carretera vieja de Mazarrón, muy transitada por cicloturistas y con poco tráfico. De vez en cuando algún repecho, pero vamos devorando los kilómetros a buena velocidad.
A unos 25 km de nuestra salida, nos encontramos con la puerta de entrada a la subida principal de las antenas de Carrascoy, hoy en día cerrada por una valla y una cámara de vigilancia que injustamente impide el acceso libre al techo del término municipal de Murcia.
Unos 4 kilómetros más adelante nos encontramos con este cruce, justo antes de alcanzar la pedanía alhameña de "Los Ventorrillos". Las condiciones meteorológicas son inmejorables pese a estar en Diciembre.
Vemos el cartel que nos indica que el camino de Inchola comienza aquí, y accedemos a él comenzando aquí la subida principal del día.
Tras un kilómetro y medio de asfalto con pendientes suaves en torno al 6-7% nos encontramos con la puerta que anuncia el final del asfalto y el comienzo de nuestro particular calvario.
A partir de aquí comenzamos a ganar altura casi sin darnos cuenta, elevándonos sobre el valle del Guadalentín.
El camino, pese a no estar en muy buen estado, es ciclable en un 95% incluso para gente que no es muy habilidosa como es mi caso. Eso sí, se mantiene siempre en torno al 10-12% de desnivel, con algún pico al 15-18% que hace que tengamos que emplearnos a fondo e incluso poner pie a tierra una vez.
Tras los primeros 4 kilómetros la pendiente se mantiene constante, el piñón de 42 dientes trabaja a pleno rendimiento, y alcanzamos un descansillo en la zona del aljibe del charco, donde nos disponemos a firmar en el libro de visitas.
Enfilamos el último tramo donde la fatiga muscular comienza a hacer mella, pero no queda otra que agachar la cabeza y seguir adelante.
Tras 8km de sufrimiento, alcanzamos el collado del Barranco Blanco.
Aquí las vistas son espectaculares, tanto del valle del Guadalentín como de la sierra del Algarrobo que nos oculta al fondo la Bahía de Mazarrón.
Podríamos optar por bajar un poco y llegar al cortafuegos que nos acerca a las antenas de Carrascoy, pero como ya las hemos visitado varias veces, optamos por dejarnos el bicialhombrismo para otro día y encaramos el descenso y la vuelta a Murcia por el mismo camino.
Una subida muy bonita, y a mi parecer la más dura que he subido en la región hasta ahora, y por supuesto una gran desconocida que merece la pena visitar.
